Un olivar en La Bureba. Una rareza en tierras de Burgos.
Un olivar en La Bureba.
Es fácil ver olivos en Burgos. Los podemos observar plantados, en forma ornamental, como mero capricho, en jardines, parques, plazuelas, huertos y hasta en rotondas. La rareza o singularidad estriba en que posiblemente ésta sea la única plantación extensiva que haya en toda la provincia y está aquí, al lado, en el bonito pueblo de Prádanos de Bureba. Su ubicación, abrigada de los vientos fríos, facilita su cultivo y desarrollo.
Así las cosas, la comarca de La Bureba añade una especie más a la biodiversidad de la zona, donde hallamos especies de clima típicamente mediterráneo, como el que nos ocupa, con otras de clima atlántico en los Obarenes e incluso en Montes de Oca.
Quizás el tan cacareado cambio climático nos aporte nuevas oportunidades.
Tomando posiciones.
El flamante olivar burebano
Espino albar. Hay que aprovechar todo...
...hasta las pitas.
Río Oca
Reguera huertana.
En la fuente del pueblo
Estamos en el camino de Santiago. Vía Bayona.
Un pueblo cuidado se nota en sus plantas ornamentales.
Cuando se habló euskera en Bureba. Aprovechando la coyuntura del uso de las lenguas cooficiales, me gustaría profundizar en la historia relativa a nuestras raíces lingüísticas vascas como algo nuestro, que nos enriquece, que no nos es ajeno y nos debería enorgullecer, del mismo modo que asumimos formar parte del territorio donde precisamente surgió el romance castellano. Sé que es mucho pedir pero me gustaría que dejáramos a un lado la contaminación generada por la política actual y nos pusiéramos unos" EPIs" mentales para intentar verlo de una forma lo más aséptica posible. Yo lo he intentado aunque no estoy seguro si lo he conseguido. Contextualizando: Existen evidencias de que en estas tierras de La Rioja, de La Bureba, del Este de Merindades, el alto Oja, Tirón, Urbión, Oca, comarca de Juarros y alcanzando incluso al alto Arlanza y norte de Soria, se habló un arcaico euskera durante los s IX, X, y XI, como lo demuestra la ...
Peña del Elefante Después de catorce años vuelvo a visitar esta interesantísima peña, con el fin de enseñar a Pedro lo que esconde en su lomo. Se trata de un extenso altar excavado encima de la peña, con multitud de formas antrópicas que destacan más claramente gracias a los rayos oblicuos producidos por el solsticio de invierno. La pareidolia nos hace recordar a un elefante sedente, pero guarda muchos secretos. Como han crecido bastante los arbustos de la espalda, me ha resultado complicado localizar algunas cruces de estilización humana grabadas en la roca. Clicando en este enlace se pueden contemplar con más facilidad. Otro de los motivos de visitar esta peña sagrada era la grabación de un vídeo con medios más actuales, que permiten la visión de este magnífico lugar ancestral en todo su esplendor. "El trono" Encima de la cabeza del elefante. VÍDEO ELABORADO POR KEPA B. RUANO:
Barrio de Díaz Ruiz Aprovechando el trayecto que hicimos para fotografiar los extensos campos de girasoles de La Bureba, hicimos una parada en Barrio de Díaz Ruiz, término municipal de Los Barrios de Bureba. Éste es un pueblo pequeño, pero su iglesia custodia un gran tesoro del renacimiento. Se cree que fue ampliada por los primeros señores de la Revilla y aún conserva los escudos de los Velasco. La iglesia, un edificio de grandes proporciones y hechuras modestas, no da pistas de que en su interior guarda una obra maestra: el sepulcro doble de alabastro, ubicado frente al altar, que es la pieza central de la iglesia y una de las obras más destacadas del Renacimiento en La Bureba. Realizado entre 1590 y 1591, este sepulcro representa a Juan de Velasco, Capitán General de la Armada de Indias en tiempos de Felipe II, y a su esposa, Mencía de Rada. Destaca por su realismo y la minuciosidad de los detalles, como los rizos del cabello, los pliegues de la ropa o las venas de las ma...
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