Otoño en Briviesca. Día muy luminoso de otoño el que nos hizo el domingo pasado, por lo que no quisimos desaprovechar la ocasión para dar un paseo y contemplar los colores que nos brinda esta estación. Comenzamos subiendo al alto del Cardador o de Tío Pepe para contemplar las vistas de la ciudad y localizar algunos ejemplares de árboles que en la Bureba se denominan jerbales y a su fruto, la jerba (palabras recogidas en el libro El Habla de la Bureba). Se trata del serbal común (Serbus doméstica,) y que cada vez es más difícil de ver. No es rentable su cultivo porque empiezan a dar frutos a los diez años. Su madera es muy dura y blanca, muy apreciada. El fruto tiene que estar sobremadurado para que sea comestible o sirva para mermeladas, al igual que sucede con los nísperos. La existencia de estos antiguos árboles (me refiero a los serbus domestica) cultivados desde tiempo inmemorial en el alto del Cardador, hayan podido dispersar sus semill...