Aunque es una formación natural le intuyo un factor antrópico. Amanece en Briviesca y un día más la reticente niebla se hace dueña de todo. No obstante tenía la sensación que los altos de Reinoso se librarían de ella. Pero este caprichoso meteoro, uno de los más difíciles de pronosticar, me la tenía jugada. Nada más salir, el sol iba ganando la batalla y auguraba un bonito día. Pero no fue así. A medida que ascendía por la estrecha carretera hacia Reinoso, la dichosa niebla iba ascendiendo a la par que yo lo hacía. Desde el pueblo de Reinoso hay un camino que va ascendiendo progresivamente hasta llegar al Santuario de Santa Casilda. A mitad de camino , en cota de unos 1000 msnm. me paré a observar una placa incrustada en una zona rocosa dedicada a un pastor fallecido en el 2013. Al otro lado del camino se abría un abismo espectacular colmado de niebla que a duras penas dejaba vislumbrar el desfiladero donde se de...