Nevada histórica. Briviesca Mi afición por la fotografía venía de años atrás. Todo empezó en la escuela pública de Briviesca, antes Teresa Arce, ahora Juan Abascal. Allí se presentó un fraile de la Salle "reclutando vocaciones". Con casi 12 años me apunté e ingresé en un internado en el convento de Bugedo de Candepajares . Fueron cinco años muy complicados, de farsas, hipocresías, postureo, temor de Dios, condena eterna, castigos, cilicios, una constante sensación de culpa, misas diarias, oraciones que solo eran palabras bonitas pero vacías (puro teatro); de religión con sangre entra, auto humillación, un gran tortazo con la mano abierta en el oído izquierdo que me dejó casi sordo durante unos tres días y siempre con la espada de Damocles de la expulsión. Me resultaron eternos e infelices. Era como vivir en una burbuja aislada del, según ellos, pecaminoso mundo exterior, cuando en realidad el "alien" estaba dentro. Casi desde el principio tuve...